sábado, 1 de abril de 2017

Una coincidencia

Emily Dickinson

No es que el morir nos duela tanto –
Es el vivir – lo que nos duele más –
Pero el Morir – es un camino distinto –
Una variedad detrás de la Puerta –
La Costumbre Sureña  - del Pájaro –
Que antes de que lleguen las heladas –
Acepta una Latitud mejor –
Nosotras – somos los Pájaros – que se quedan.

Las Ateridas en torno a las puertas del Campesino –
Por cuya miga reacia –
Pactamos – hasta que las Nieves compasivas
Persuadan a nuestras plumas a  Casa.







Cuando se cumple el segundo aniversario del fallecimiento de Sergio, casualmente, rebuscando entre la vida y los poemas de Emily Dickinson he encontrado una coincidencia 

Mientras Emily padecía aún, luchando con la elaboración del duelo que la muerte de Newton había desatado en ella, conoció en Filadelfia en mayo de 1854 al reverendo Charles Wadsworth, a la sazón pastor de la Iglesia Presbiteriana de Arch Street. Wadsworth tenía 40 años y estaba felizmente casado, pero igualmente causó una profunda impresión en la joven poetisa de 23: «Él fue el átomo a quien preferí entre toda la arcilla de que están hechos los hombres; él era una oscura joya, nacida de las aguas tormentosas y extraviada en alguna cresta baja».Si bien no es seguro que Emily haya sentido una fuerte atracción erótica hacia Newton, no existe duda alguna de que durante toda su vida posterior estuvo profundamente enamorada de Wadsworth. El pastor murió el 1 de abril de 1882, mientras que Newton falleció un 24 de marzo. En otoño de ese mismo año ella escribió: «Agosto me ha dado las cosas más importantes; abril me ha robado la mayoría de ellas». Al pie del texto se lee la siguiente y angustiosa pregunta: «¿Es Dios enemigo del amor?».Al cumplirse el primer año de la muerte de Charles Wadsworth escribió: «Toda otra sorpresa a la larga se vuelve monótona, pero la muerte del hombre amado llena todos los momentos y el ahora. El amor no tiene para mí más que una fecha: 1 de abril, ayer, hoy y siempre».

No hay comentarios: